El swell del pasado sábado fue uno de esos que aparecen pocas veces al año. Al mediodía ya había una brisa y todo pintaba para una tarde épica de windsurf. Pero, lamentablemente, el viento nunca subió…
Pablo y Obri hicieron magia para meterse con equipo grande y correr al menos una ola en La Barra.
Fotos gracias a Obri y Miguel.